La calidad empieza con la materia prima, la leche fresca de cabra de nuestros propios proveedores. La leche de cabra holandesa es famosa por su calidad, y sabor superior.

La calidad esta garantizada por las normas públicas de HOLANDA que son más estrictas que en otros países de la UE. La leche de cabra está bajo el control rígido del COKZ [Órgano Central para la Calidad de los Productos Lácteos].

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Hemos establecido nuestro sistema de calidad de cadena: ‘Kwaligeit’. Este sistema de calidad abarca varios aspectos de la producción de leche de cabra: la recogida y almacenamiento de leche, limpieza y desinfección, medio ambiente y residuos, alimentación animal y agua, uso de medicamentos y el bienestar de los animales.

 

El proceso de producción también está sometido a un control continuo del COKZ. Su papel es vigilar el respeto de la normativa holandesa en materia de productos lácteos. Además, nuestros productos deben cumplir nuestras propias normas de calidad y atender a los estrictos requisitos de nuestros clientes. Es por esto que cada producto sigue un detallado control microbiológico y químico.

 

Gracias al extenso programa de recogida de muestras y análisis y a la adopción de una serie de medidas de precaución durante el proceso de producción, podemos garantizar que nuestros productos de leche de cabra NO CONTIENE LECHE DE VACA.